Ay, mierda.
Qué le puedo decir a mamá sin revelarle lo de mi biblioteca?
-Eh... Buscaba el baño –sonó como una pregunta-. Eso, si. Buscaba el baño. Y como no estoy muy segura de donde esta, y encima le sumamos el hecho de que estoy media dormida, supongo que me equivoque.
Esperé expectante a ver si se lo tragaba. Así lo hizo.
-Ah, esta bien. Mira, esta por aquí –dijo mientras señalaba la puerta por la que había cruzado Harry hace un momento.- Bueno, veo que ese esta ocupado, sígueme.
Y me guio hasta el baño.
-Date una ducha, que más o menos a eso de las diez, diez treinta partiremos hacia el pueblo, y almorzaremos allí.
-Mamá, una pregunta... Tenemos coche con el que ir?
Se le escapo una risita.
-Claro, Mackenna. Están guardados en el garaje. Hay tres, así que puede elegir cual usaremos –me sonrió.
El agua caliente demoro bastante en salir. Se notaba que nadie la había utilizado en años.
La ducha fue rápida, ya que quería ir a ver los coches. Me fascinaban.
Fui hasta mi habitación muy rápido envuelta en una toalla y cerré la puerta. Cogí la maleta más grande, donde estaba guardada la mayor parte de la ropa, y la abrí.
Al final escogí unos vaqueros y una oscura sudadera, que, por más que tuviera sus años, seguía siendo fabulosa. Después de eso me puse mis calcetines de la suerte (eran grises con ranitas verdes) y unos viejos All Star negros.
Aunque yo no soy quien para decirlo, ese estilo <<descuidado-punk rock>> me quedaba muy bien. Contrastaba con mi pelo, y hacia resaltar mis ojos. Además, cuando me vestía así mis pecas no llamaban tanto la atención, ya que el pelo al resaltar más, llamaba más la atención.
Volví al cuarto de baño con mi cepillo y un secador de pelo. Primero lo desenredé, y, una vez que tuvo el mismo aspecto lacio y recto de siempre, enchufe el secador.
Mientras me miraba en el espejo, me di cuenta de una cosa: estaba vestida igual que en mi sueño.
Por culpa del ruido del secador, no escuche cuando Jack entró al baño y lo desenchufó.
-Mamá te esta gritando desde hace rato paraqué bajes, quiere no se que cosa del los coches.
-Gracias.
Deje el secador y baje las escaleras corriendo.
-MAMÁ! Dónde estas?
-Aquí! -grito alguien desde el otro lado de la pared.
Abrí la puerta y fui hasta la única habitación que no había explorado todavía: el garaje.
Adentro estaban mamá y papá, junto a los tres automóviles más espectaculares que había visto en mi vida: un Audi A6, una camioneta Volvo con tres filas de asientos y una BMW X6.
-PAPÁ! Cómo has hecho para conseguir esto?! –le pregunte mientras examinaba la BMW.
-Cortesía de la empresa, cariño.
No podía creer mis ojos. En Miami teníamos dos coches: una Ford Explorer y una Volkswagen Fox. No estaban nada mal, pero comparado con estos, parecían de juguete.
-Vamos en la Volvo –sentencie.
Cuando estábamos por llegar a la tienda, me di cuenta de que era igual a la de mi sueño. Hasta el clima era igual!
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